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relatoscortos

ES UNA FORMA DE COMPARTIR, RELATOS Y OPINIONES

Nombre: carlos adolfo facal
Ubicación: tandil, buenos aires

jueves, noviembre 25, 2010

PUERTAS VERDES, AZULEJOS BLANCOS


Cuatro bolsillos, una treinta y dos plateada, tres gramos de coca en polvo en el monedero corto del jeans, ciento cincuenta gramos de merca cristalizada en cada alpargata, al fondo del pasillo, un gendarme moliendo a golpes al polaco. Un chango en una silla sin sentadera esperando cagar después de trescientos mililitros de laxante, entre tres milicos de custodia.

¡Como esquivaban charcos de meo esas alpargatas de yute!, ¡Vida propia tenían!, con la humedad, el film que compactaba, la doble suela hacía del piso una gelatina.

Cagó hasta las uñas que se comió por el pánico.

El diablo le guiñó el ojo dos semanas antes. Se tentó con la rápida, la cosa era buena, robada pero daba para sacarla rápido de la provincia, en capital me manejaba. _ en el norte son brutos_ dijo un boludo.

De la habitación del fondo sale el polaco con las manos vendadas para que no se desangre, estaba desnudo, hacia frío, vomitaba y cagaba una especie de diarrea blanca, traía cargada las tripas, tendría algún forro reventado.

Olor que duele, que transpira, de muerto, de desesperado, de trozos de gente, de olor a pesadilla.

Venía bardeando, duro desde Bogotá, borracho y duro, entre canas, putas, y faloperitos, todos botones. Estaba apretado y obligado al ruedo.

Desparramé toda la carga del treinta y dos, más las municiones de la nueve de un gendarme distraído, y tumbé al polaco, no podía dejarlo así, era un trapo con lengua filosa.

Puertas verdes, azulejos blancos, lleno de Bolitas, cagando tizas envueltas en forros” Tulipán”. Y que pensar del infierno.

¿De qué hablo? ¿De dónde saque esos datos? ¿Quién es el Polaco? ¿Tráfico? ¿Porque estos recuerdos? Puedo sentir el pánico, el olor, la angustia. Puertas verdes, azulejos blancos, viento silbando, los gritos, el dolor del polaco ¡Dios! ¡Ayúdame! Soy el monstruo que presiona las teclas, el canal, un canalla de uñas largas, un procesador de otros.

El atajo de un sueño aturdido.

martes, noviembre 23, 2010

La Pared


El hombre del bandoneón se derrite; atrapado en el marco, chorrea tango; al final la familia Ingals es triste, parece ser amable pero se tuerce. El más interesante es el borracho, se divierte sin culpa, se le escapa la carcajada por entre la barba azabache, los viernes repiten a los Simpson a la noche tarde. Los dibujos tienen siempre el mismo sentido, cansan, todo cansa, el cuadro de vidrio roto se trasforma, cambia. Eso tiene sentido. Los clavos del machihembre, contando al descabezado son treinta y dos, por lado, y eso no cambia.

Como a toda nena, para mí el fútbol es aburrido y siempre repetido, como todo. Prefiero la pared, la mancha es una mujer con paraguas que camina sola por la vereda llena de agua, esquivando charcos, con pelo lacio. Qué lindo el pelo lacio, la señora que sueño tenía pelo lacio, le llegaba al piso y pechos grandes como en la tele.

Beto me trajo cera, ahora los pisos parecen moverse como agua de río, como el canal de España cuando se le hacen cuadritos y se queda dura la gente.

Dormí mucho, el olor de la cera me sacó el hambre, Beto vino y yo dormía, qué lástima. Cuando repitan el programa de costura, me voy a hacer una pollera pantalón con la funda de la almohada, dicen que se usa mucho. La cera me descompone, es muy fuerte, le dije a Beto que basta de cera, yo siempre obedezco, no sé, a veces lo hago enojar, él es bueno, pero tiene muchos problemas.

Después me ducho y le voy a pedir que me deje más rato... ah y que cocine suave, me arde la panza y la cabeza me retumba, le voy a pedir esta vez en serio, aunque se enoje y se ponga triste, que me lleve a la plaza, yo no me voy a ir, lo quiero mucho, le voy a prometer, y no me voy a ir...

IGUAL QUE MAMA



Me paso el cepillo, siento una caricia de dedos mimosos como los de mamá antes de ir a dormir, es muy finito el pelo por eso me cuesta tanto cuando me hago trenzas, acá atrás me tironea y siento cómo se cortan algunos pelos, mamá debe estar dormida, mejor, así me quedo en la cama entre la sombra suave que hace la luz de la luna cuando atraviesa la cortina. Me pica, hoy me picó desde la tarde pero no volví a sangrar, me asusta, mamá me dijo que ya vamos a hablar de eso, me paso la mano y se me va, es raro, ella dice que es normal, en un tiempo ni me voy a dar cuenta, no le voy a prestar atención, me dijo que también le pasó a ella y a su madre y seguro a su abuela. Yo no entiendo, pero algo me quemó.

Me pone de mal humor, no quiero que me vuelva a pasar, es feo sangrar, más ahí, me da vergüenza, no me importa lo que diga mamá, yo no me voy a olvidar de esto, y me pica y me duele, y adelante también. Si tuviera papá, él me entendería, pero acá solamente las hijas de la dueña tienen papá.